Tras siete años integrando SAP en el supermercado Lidl, y una inversión de 500 millones de euros, la compañía ha decidido cancelar la implantación.
En 2011, la cadena alemana, ante su expansión por Europa y Estados Unidos, decidió implantar el ERP de SAP para la realizar el seguimiento de unos procesos de negocio cada vez más complejos y así poder controlar las sucursales, las compras y la logística.
Por ahora, el sistema solo se ha implantado en pequeñas tiendas de Austria, Irlanda del Norte y Estados Unidos y han llegado a la conclusión de que el sistema no es adecuado para países con alta rotación, por lo que la empresa ha decidido cancelar el desarrollo, tras un gasto de 500 millones de euros en consultores y licencias SAP, para centrarse en un desarrollo propio de gestión de inventario.