Presentada una demanda contra Google por el seguimiento no deseado de las ubicaciones del teléfono

Recientemente comentábamos que Google rastreaba la ubicación del teléfono aunque el usuario tuviera deshabilitada esta funcionalidad en la configuración de privacidad de Android o de iPhone. Ya se ha presentado la primera demanda por este hecho, indicando que Google asegura de forma errónea que si un usuario desactiva la funcionalidad de «Historial de ubicación», los lugares que visita no se almacenan, violando la privacidad del usuario al almacenar y monitorizar sus movimientos.

Oracle acusada de defraudar a los inversores sobre el crecimiento de las ventas de la nube

Oracle ha sido demandada por un grupo de inversores, alegando que los ejecutivos de la compañía engañaron a los accionistas respecto al crecimiento de las ventas de sus sistemas de computación en la nube (cloud).

La demanda, liderada por el Fondo de Pensiones de los Bomberos de la Ciudad de Sunrise (Florida, EE. UU.), indica que la empresa utilizó coacciones y amenazas para vender sus productos de computación en la nube, creando un modelo insostenible que se derrumbó, lo que llevó a este fondo y a otros inversores a que perdieran dinero al caer en picado las acciones de la empresa.

Un jurado obliga a pagar a Monsanto 239 millones de dólares por un producto cancerígeno

Una sentencia de un jurado californiano obliga a Monsanto a pagar 289 millones de dólares por daños y perjuicios a un hombre que afirmaba que los herbicidas que contenían glifosato le habían causado cáncer. En la sentencia indican que la empresa sabía que sus herbicidas eran peligrosos y no avisaban a los consumidores. Esta es la primera demanda de unas 5.000 similares que van a ir a juicio en Estados Unidos.

El glifosato es un herbicida de amplio espectro, el más usado a nivel mundial, desarrollado para la eliminación de hierbas y de arbustos. Las implicaciones que tiene esta sentencia van mucho más allá de Monsanto, ya que no está claro si el glifosato es seguro o no para su uso por humanos. En marzo de 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, un organismo que depende de la Organización Mundial de la Salud, concluyó que era «probablemente carcinogénico para los humanos», mientras que la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) indica que su uso es seguro si se usa correctamente.

Para el herbicida glifosato, hubo evidencia limitada de carcinogenicidad en humanos para el linfoma no Hodgkin. La evidencia en humanos proviene de estudios de exposiciones, principalmente agrícolas, en EE. UU., Canadá y Suecia, publicados desde 2001. Además, existe evidencia convincente de que el glifosato también puede causar cáncer en animales de laboratorio. Sobre la base de tumores en ratones, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) clasificó originalmente el glifosato como posiblemente carcinógeno para los humanos (Grupo C) en 1985. Luego de una reevaluación de ese estudio en ratones, la EPA de los EE. UU. cambió su clasificación a evidencia de no carcinogenicidad en humanos (Grupo E) en 1991. El Panel Asesor Científico de la EPA de los EE. UU. señaló que los resultados de glifosato reevaluados aún eran significativos usando dos pruebas estadísticas recomendadas en el preámbulo de la IARC. El Grupo de Trabajo de IARC que realizó la evaluación consideró los hallazgos significativos del informe de la EPA de los EE. UU. y varios resultados positivos más recientes al concluir que existe evidencia suficiente de carcinogenicidad en animales de laboratorio. El glifosato también causó daños en el ADN y en los cromosomas de las células humanas, aunque arrojó resultados negativos en las pruebas con bacterias. En un estudio en una comunidad, los residentes informaron de aumentos en los marcadores sanguíneos de daño cromosómico (micronúcleos) después de que los herbicidas de glifosato se rociaran cerca.