Los antioxidantes reducen el riesgo de un segundo ataque al corazón o de un accidente cerebrovascular

Desde hace tiempo los médicos saben que en los meses posteriores a un ataque cardíaco o a un derrame cerebral los pacientes tienen más probabilidades de sufrir otro ataque cardíaco u otro derrame cerebral. Según un estudio, llevado a cabo en ratones, esto es debido a que los ataques cardíacos causan que las células inflamatorias y las plaquetas se adhirieran más fácilmente al revestimiento interno de las arterias en todo el cuerpo, y particularmente donde ya había placa. Como resultado, estas células y plaquetas provocan que la placa se vuelva inestable y contribuye a la formación de coágulos sanguíneos que pueden provocar más fácilmente otro ataque cardíaco u otro accidente cerebrovascular.

Este mismo estudio encontró que el tratamiento en ratones que habían experimentado un ataque cardíaco o un derrame cerebral con un antioxidante redujo la acumulación de placa a la mitad y redujo la inflamación a niveles previos al ataque, con lo que se reduce la probabilidad de un segundo ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.

 

Vinculan dormir demasiado a una mala salud

Un grupo de investigadores que analizó 74 estudios que examinaban el sueño de más de 3 millones de personas descubrieron que los que dormían 10 horas o más tenían un 30% más de probabilidades de morir prematuramente que aquellos que dormían durante ocho. Este hecho también se relaciona con un aumento del 56% en el riesgo de muerte por accidente cerebrovascular y un aumento del 49% en el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular. Además, la mala calidad del sueño se asoció con un aumento del 44% en el riesgo de enfermedad coronaria, según un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association.